Todos somos energía, todos tenemos la capacidad de modificar nuestros campos energéticos para sanarnos. Con la correcta orientación y la convicción de que se puede, el reiki ayudará para llegar al fondo de los orígenes de una enfermedad. Lo primero es entender la causa y trabajarla, para luego aliviar los síntomas que ésta ha provocado.
El reiki fomenta todo tipo de terapias y es un complemento de los tratamientos convencionales. Actúa bajando los niveles de ansiedad, tristeza, temor, inseguridad, etc. subiendo progresivamente la energía vital interna, provocando un reordenamiento celular y del sistema inmunológico (defensas del organismo) lo que incide en la mejoría natural del paciente.